7 IDEAS BÁSICAS PARA AYUDARTE A DEFINIR LA AMBIENTACIÓN DE TU FIESTA


 




Por María Clara Juliano

Liquidambar, decoración de eventos

www.liquidambardeco.com.ar

Claro está: en la actualidad, la ambientación en una fiesta es crucial. Sea porque se quiere lograr un determinado clima o porque es necesario vestir el salón para que impere la belleza, lo cierto es que la ambientación dejó de ser algo accesorio para pasar a ser un must be.

 

Ahora bien, ¿cómo definir la ambientación?

 

  • Hay ciertos factores a tener en cuenta desde el minuto cero: las preferencias  de la agasajada / agasajados, las características del lugar y si la fiesta será de día o de noche son los aspectos que delinean el estilo de la ambientación antes que cualquier otra cosa.

 

Estilos abstractos hay muchos. Vintage, minimalista, rústico, shabby chic, oriental, kitsch, étnico y podríamos seguir. Lo importante es que la agasajada –con la ayuda de la ambientadora, si fuera necesario– pueda identificar cuál es el que a ella la hace sentir más cómoda, cuál la interpreta mejor.

 

- Con relación al lugar donde será la fiesta, podemos elegir seguir el estilo que imprime o, por el contrario, podemos jugar a combinar su impronta con otro estilo contrastante. Si fuera de estilo rústico o campestre, por ejemplo, podríamos trasladar este mismo estilo a la ambientación o insertarle toques bien modernos y actuales para aggiornarlo.

 

- El momento del día en que se llevará a cabo la fiesta influye, ante todo, en la iluminación, elemento importantísimo de la ambientación. Si es de día, podrán utilizarse luminarias vistosas, ubicadas en lugares centrales, porque servirán, más que nada, como elementos decorativos del conjunto que se arme. Si, por el contrario, la fiesta es por la noche, pasa a tener un papel central el ambiente que generan dichas luminarias encendidas, por lo que el tipo, cantidad y disposición se adaptarán al efecto que desee lograrse.

 

  • Otro aspecto muy importante a la hora de definir la ambientación son los tonos y colores que se elijan como preponderantes. Sabido es que los colores  contribuyen a generar sensaciones. Los cálidos transmiten vitalidad, energía, dinamismo; mientras que los fríos, tranquilidad, confianza y seriedad. Si deseamos generar un clima donde impere la elegancia y sobriedad, tendremos que volcarnos a una ambientación basada en el blanco, algunos tonos marfil o colores pasteles. Si, por el contrario, queremos que se respire alegría e intensidad, deberemos dar protagonismo a una variada paleta de colores brillantes, equilibradamente elegidos.

 

  • Un punto que termina de ayudar a definir la ambientación es la cantidad y tipo de invitados. La cantidad de gente que se acogerá afecta al uso que se hará del espacio total, principalmente, cómo se distribuirán las mesas, los livings y demás objetos de decoración. El tipo de invitados ayuda a definir qué cantidad de livings y cuántas mesas se necesitarán porque, si los invitados son más bien jóvenes, se puede pensar en hacer un armado con livings, para volver todo más dinámico y descontracturado o, por el contrario, priorizar las tradicionales mesas, si hay muchas personas mayores.

 

  • Llegados a esta altura, no podemos dejar de mencionar otro factor que puede condicionar: el presupuesto y los costos. La verdad es que lo ideal es poder llegar a un balance entre buenas y originales ideas y sus costos…. por lo menos, ¡es lo que intentamos en Liquidámbar! Con relación a la generación de ideas, no hay límites: sólo desafíos a resolver en cada nueva situación. Ahora bien, para su concreción, un límite claro es el presupuesto, porque de nada sirve una idea brillante que no se puede costear. La realidad es que este es un camino de ida y vuelta que se recorre, una y otra vez, cliente con ambientadora, hasta poder llegar a ese balance mencionado.

 

Antes de terminar, no está de más retomar un concepto: lo importante es ser fiel a lo que a uno le gusta. Nuestro consejo es que no te dejes llevar por lo que está de moda o se está usando en el momento. La principal tarea del ambientador es interpretar el estilo y forma de ser de los agasajados y traducirlo, con su experiencia y profesionalismo, en la ambientación del lugar donde ellos se sentirán a gusto y brillarán. Y eso, nunca pasará de moda.